CRÓNICA XXVII SUBIDA AL VELETA: RETO CONSEGUIDO¡¡¡¡¡

     Magnifico fin de semana el vivido en Granada,  acompañado de mi mujer Mariajo y Luis, mi compañero y amigo en este grandísimo reto que suponía ascender desde Granada hasta el Pico Veleta, llegamos alli el viernes a eso de las nueve y pico de la noche, después de visitar a la familia en Guadix (Granada), con mucha sed ( de tintorros de verano) y con ganas de empezar a degustar esas tapas que solo puedes comer allí.

     El sábado no fue muy diferente, aunque con los nervios acechando según se acercaban las horas de ponernos en faena, paseo por la ciudad y como no, tapeo tanto para almorzar, como para el homenaje que nos pegamos en un gran bar que conocimos "bar Ávila", sito en la calle Virgen de la Verónica, si no me equivoco, justo enfrente del corte inglés en una pequeña calle, donde nos pusimos tibios (como echaré de menos esos rejos y las costillas en adobo).

     Ya por la tarde un rato de spa en el hotel y a media tarde a recoger los dorsales al hotel "Real de la Alhambra", donde ya si, que los nervios se instalaron definitivamente en el estómago y que a mi personalmente ya no me abandonaron hasta que empezamos la carrera.

recogida de dorsales en donde ya nos entregaron las camisetas conmemorativas

     Ver allí a tanta gente, algunos conocidos de verlos en otras carreras en Alicante y alrededores, y otros a los que sigues en blogs como al gran Moratinos ( al que tuve el honor de estrechar la mano en la línea de salida), otros miembros de la Apolana de los que mi amigo Ramón (miembro del equipo) me había hablado maravillas y  gente como los miembros de Correbirras (con Oskar a la cabeza) con los que compartí unos metros de carrera y que tambien tuve la suerte de conocer,  me hizo ver que el reto que íbamos a realizar no era ninguna tontería, por lo que se me mezclaron sentimientos de miedo, por si no iba a ser capaz de terminarlo, y de gran satisfacción de verme allí con toda esa gente a pocas horas de esa gran experiencia que nos esperaba.

     Y allí nos vimos el domingo, tras no dormir mucho, en la línea de salida, donde los minutos se hacían interminables hasta que se inició la carrera con 20 minutos de retraso, con muchas ilusiones, con ganas de disfrutar de la experiencia y con 50 largos kilómetros de asfalto por delante.

foto para el recuerdo con tres grandes runneros

     Podría haceros una crónica exhaustiva de lo que fue la carrera, pero me quedaría corto y podría tirarme horas contando todas las sensaciones que uno tiene a lo largo de estos interminables y fantásticos 50 km. Por lo que lo resumiré muy brevemente en dos partes:

1º : Disfruté de lo lindo durante casi 30 km. donde conseguír aguantar corriendo a un buen ritmo de 6,30 min.

A partir de ese kilómetro las piernas dijeron basta, y correr lo que es correr corrí poco, andé fuerte hasta casi el km. 40 y a partir de ahí hasta que llegué a meta fueron unos angustiosos 10 km. que se me hicieron eternos.

2º : Que mejor forma de explicaros lo que que vivimos Luis y yo en el transcurso de la carrera y durante el antes y después de la misma que a través de esta crónica visual de lo que fue nuestra subida al Veleta, contada en primera persona por nosotros. Espero que os guste.

     

     Para finalizar, comentar una anécdota curiosa y al mismo tiempo triste, que me encontré sobre el km. 27 de carrera. Una pelea entre una corredora de un grupo de 5 personas que iba a unos 50m. por delante mía y un ciclista que se encontraba a la altura de éstos. No pude enterarme muy bien cual fue el desencadenante de la vergonzosa escena que presencié, como una corredora se avalanzaba sobre un ciclista a golpe limpio, mientras este respondía de igual forma profiriendo insultos varios. Por lo que pude deducir por los comentarios que se oían entre los que acompañaban a ésta, que todo pudo ser debido a algún  comentario desafortunado de este ciclista sobre la participación de las mujeres es este tipo de eventos.

     En resumen que es una pena que en un acontecimiento festivo y tan sano como éste, también sucedan este tipo de situaciones.

     En cuanto a la organización de la carrera, pues que decir, creo que un acontecimiento como este y con el precio que supone participar en tal, creo que se lo podían currar un pelín más, como por ejemplo que cuando uno vaya a beber agua en un avituallamiento, no parezca que te estas bebiendo una sopa o que cuando más necesitas de estos avituallamientos en kilómetros a partir del 35, pues que siga sin estar fria la bebida, que haya algo más de variedad en cuanto a los sólidos y que se les de un poco de prioridad al corredor con respecto a el alto número de cicloturistas que copaban estos puntos, ya que en el del km. 45 casi tengo que hacerme hueco a codazos para poder beber un poco de agua, ya que lo de poder comer algo era casi imposible ya que estos pobres deportistas ya se encargaban de saciar bien su apetito.

     

     Pero bueno esto no empaña la maravillosa experiencia vivida y que no se si repetiré, las piernas decidirán cuando llegue el momento, por lo pronto otros retos no menos importantes e ilusionantes asoman en el horizonte para los que hay que empezar a ponerse ya en faena.